Tu historia con nuestras enchiladas: Los relatos de nuestros invitados
A través de estos más de 50 años, Vips ha sido partícipe en la vida de millones de personas, es por esto que le pedimos a nuestros comensales que nos compartieran las historias que han vivido con uno de nuestros platillos más legendarios: las enchiladas.
Ella no creía, hasta que vio la luz… Bueno, la historia es así; a mí realmente no me gustaban las enchiladas tanto, pero cuando las probé en el Vips cambié de opinión. Yo las únicas enchiladas que comía son las de mi hermana porque las hace muy ricas, pero la sazón en otras no me satisfacía mucho. Entonces fui al Vips y cuando las probé me encantaron, me enamoraron. Es un platillo que regularmente pido porque aparte de llenador está delicioso y sobretodo que si no cocina mi hermana sus enchiladas, puedo ir al Vips y también me alegran el día. De hecho, me encantan las Rancheras gratinadas y las Suizas que no tienen comparación más que el Vips; las adopto, le quitó la competencia a otros lugares, me encantaron. Para mi Vips es como mi segunda casa.
Humberto Jesús Goytia Montes
El encuentro de dos mundos Desde chico soy fanático de las Suizas, pero un día las pedí y mi mamá pidió las de Mole, me dio a probar y también me encantaron. A la siguiente visita le pedí a la señorita que me trajera la mitad de Suizas y la mitad de Mole a lo cual me indicó que no era posible. Mi mamá hablo con el Capitán y le hizo la sugerencia de ponerle salsa Suiza a la mitad y Mole a la otra mitad, el Capitán accedió y me trajeron el platillo con la mitad de cada una. A partir de ahí siempre fui a la misma sucursal y el Capitán siempre me concedió mi deseo, después me cambié de domicilio y he tratado de pedirlo así y no lo he logrado, siempre recordaré a ese Capitán y espero encontrarlo algún día…
Octavio Vidales Picos
Que viva el amor… por los descuentos Mi esposa me hizo el favor de pasar a recoger mi ropa a la tintorería, ya que no me iba a dar tiempo de pasar a recogerla a mi. Me comentó que su única recompensa sería una cena en el lugar de mi elección. Se que ella merece mucho, pero era fin de quincena, por lo que decidí llevarla a cenar a un lugar que no me costará mucho dinero y que tuviera un ambiente agradable. No podía darme el lujo de gastar tanto…. Así que vi una lona con unas promociones que desde mi punto de vista parecían poco creíbles, así que nos metimos al Vips y antes de sentarnos llame a un mesero y me asesoro en cuestión de promociones, evitando que mi esposa se enterará de los precios, de lo contrario me armaría un teatrito. Así que cuando nos sentamos, le dije a mi esposa que le recomendaría unas enchiladas que ya había probado con anterioridad y que estaban deliciosas, cuando ni siquiera había visitado un Vips de noche. Así que pidió unas enchiladas Suizas y un refresco. Yo pedí unas alitas y también un refresco, para cuando terminamos de cenar, mi esposa tenía una sonrisa enorme y no paraba de decir que sabían deliciosas. Lo mejor de todo esto es que termino dándome las gracias por la cena y lo mejor es que sólo gaste un poco más de 200 pesos. Así que no gaste mucho y para mi esposa ¡seguiré siendo el amor de su vida!